Unos de los mejores aliados para potenciar tu cultivo de Cannabis son los trichoderma, unos hongos beneficiosos capaces de estimular el crecimiento de las raíces, protegerlas de otros hongos fitopatógenos y potenciar los mecanismos de defensa de la planta.
Además de representar una excelente herramienta biológica para el control de plagas en la marihuana, los trichoderma aumentan la capacidad de absorción de nutrientes de tus plantas; por ello, estas se desarrollarán sanas y fuertes, permitiéndote realizar una cosecha más abundante y de mejor calidad.
Los trichoderma pertenecen al género de los hongos y están distribuidos y presentes en muchos lugares del planeta debido a su capacidad de adaptación a diferentes tipos de suelo y de hábitat.
Existen unas 89 especies de trichoderma y se presentan en forma de moho de color verde esmeralda, pudiendo recubrir alimentos, paredes y troncos de árboles en descomposición. Las especies más conocidas y comercializadas son el Trichoderma virens, el Trichoderma atroviride y el Trichoderma harzianum (este último es el más utilizado).
Además de ser útil para el cultivo de cannabis, se han descrito interacciones beneficiosas de estos hongos con diferentes tipos de plantas como el maíz, el algodón, el tomate y el pepino; aunque la genética de la planta es fundamental para determinar la respuesta de especies específicas de trichoderma.
Para sobrevivir y reproducirse, los trichoderma necesitan un suelo con al menos un 2% de materia orgánica y su difusión es favorecida por la presencia de las raíces de las plantas, a las que colonizan y protegen creando un efecto simbiótico a través del cual las dos partes se benefician mutuamente.
A diferencia de las micorrizas, que necesitan de la presencia previa de raíces vegetales para nutrirse y desarrollarse, los trichoderma se nutren de otros hongos presentes en la rizosfera que podrían ser patógenos para la planta, por lo tanto, pueden estar presentes en el suelo antes de la germinación de una semilla y facilitar su desarrollo radicular.
Además de este mecanismo, conocido como micoparasitismo, algunas especies de trichoderma tienen la capacidad de estimular los mecanismos de defensa de las propias plantas, representando uno de los mejores tratamientos fungicidas de tipo biológico que, a diferencia de los químicos, no contaminan el suelo y no provocan efectos tóxicos para la planta o para el ser humano.
Pero hay más: existen especies de trichoderma que son resistentes a la presencia o aplicación de productos químicos como algunos herbicidas y pesticidas y hasta pueden llegar a degradar sus componentes, descontaminando de esta forma el suelo.
Otro aspecto muy importante del efecto simbiótico entre hongos y raíces es que la colonización del suelo por parte de los trichoderma permite optimizar la absorción de nutrientes, promoviendo el desarrollo radicular y el crecimiento de la planta, potenciando su vigor y resistencia y aumentando la cantidad y calidad de la cosecha.
En el cultivo del cannabis es posible utilizar los trichoderma, sobre todo en cultivos realizados en tierra y con fertilizantes orgánicos, aunque también puede usarse en fibra de coco o en hidroponía. Gracias a la aplicación de los trichoderma es posible prevenir y tratar enfermedades criptogámicas que pueden atacar a la planta de cannabis, potenciar el desarrollo radicular y favorecer la absorción de nutrientes fundamentales como Nitrógeno, Fósforo y Potasio.
Los trichoderma se comercializan principalmente en polvo o líquido para ser aplicados a través de la irrigación, aunque en el caso del polvo es posible realizar la aplicación directamente en la superficie del sustrato. También es posible realizar la aplicación foliar de los trichoderma, aunque únicamente como técnica de control de plagas de tipo biológico.
Los trichoderma se suelen utilizar en los primeros días sucesivos a un trasplante para favorecer el desarrollo radicular. También es posible utilizar sustratos y fertilizantes orgánicos previamente mezclados con trichoderma que pueden ser utilizados previo al trasplante o desde las primeras fases de vida.
En las fases de crecimiento y floración, es posible aplicar trichoderma junto al riego cada 2 semanas como preventivo, mientras que como tratamiento puede ser necesario aplicarlo cada 2 días.
¿Es posible producir trichoderma en casa? Sí, es posible reproducir trichoderma en casa si se dispone de las condiciones y las herramientas adecuadas.
Se puede empezar a partir de algún producto que contiene trichoderma o recolectarlo directamente en su ambiente natural. Para capturar los trichoderma, se utiliza normalmente una navaja desinfectada y se guardan en bolsas herméticas o tarros de cristal para que no pierdan humedad.
Si se mantienen las condiciones atmosféricas de semi-oscuridad, alta humedad y temperatura cálida, los trichoderma se reproducirán en el pan de tierra y raíces, que se podrá cortar en trocitos para trasladar directamente en macetas o en una nueva bandeja de reproducción de trichoderma.
Gracias a sus mecanismos de acción, los trichoderma aportan diferentes efectos beneficiosos no sólo a nivel radicular, sino para toda la planta de cannabis:
Ramírez-Valdespino, C. A., Casas-Flores, S., & Olmedo-Monfil, V. (2019). Trichoderma as a Model to Study Effector-Like Molecules. Frontiers in microbiology, 10, 1030. https://doi.org/10.3389/fmicb.2019.01030
Harman, G., Howell, C., Viterbo, A. et al. Trichoderma species — opportunistic, avirulent plant symbionts. Nat Rev Microbiol 2, 43–56 (2004). https://doi.org/10.1038/nrmicro797
Kakabouki, I., Tataridas, A., Mavroeidis, A., Kousta, A., Karydogianni, S., Zisi, C., Kouneli, V., Konstantinou, A., Folina, A., Konstantas, A., & Papastylianou, P. (2021). Effect of Colonization of Trichoderma harzianum on Growth Development and CBD Content of Hemp (Cannabis sativa L.). Microorganisms, 9(3), 518. https://doi.org/10.3390/microorganisms9030518