Hay muchas formas diferentes de germinar las semillas de cannabis. Básicamente, todo lo que tienes que hacer es mantener la semilla húmeda y caliente durante unos días, y entonces germinará y crecerá.
Algunos métodos son más fiables que otros. Como las semillas de cannabis pueden ser caras, querrás utilizar los mejores métodos de germinación, para asegurarte de que tu semilla brote. Esto ahorra tiempo y dinero.
El primer paso, y es muy importante, es asegurarse de tener semillas de cannabis de buena calidad. Si empiezas con buenas semillas, y sigues esta guía paso a paso, entonces tendrás una planta de cannabis creciendo en pocos días después de la germinación.
Usar “semillas de bolsa” o genéticas desconocidas no es una buena idea. La semilla puede no brotar en absoluto, y si lo hace, la genética podría ser mala y perderás meses de tiempo y trabajo. Asegúrate de empezar con la mejor genética de cannabis y tendrás muchas más posibilidades de éxito.
Si necesitas semillas de cannabis en las que puedas confiar, entonces consulta bancos de semillas de cannabis muy respetados como Seedstockers. Tienen una genética de clase mundial que puedes estar seguro de que va a ser genial para cultivar.
Por supuesto, tenemos que recordarte que no animamos a la gente a infringir la ley. ¡Sólo deberías considerar germinar semillas de cannabis si es legal hacerlo!
Hay muchas maneras de germinar las semillas de cannabis, pero sólo hay una manera que ha sido probada y comprobada para dar una tasa de germinación del 95-100%: El método del disco de algodón.
Leerás guías en Internet que explican muchas técnicas de germinación diferentes, pero la técnica del disco de algodón ha sido utilizada por profesionales y bancos de semillas de todo el mundo.
Este es el método que utilizamos nosotros, y es el método que también te recomendamos utilizar.
Los discos de algodón retienen la cantidad perfecta de humedad que una semilla de cannabis necesita para germinar. Las toallitas de papel, y los pañuelos de papel, no sólo pueden secarse rápidamente, sino que pueden contener productos químicos para añadirles olor. Algunos incluso pueden ser antibacterianos.
Te recomendamos que adquieras discos de algodón, sin perfume, en tu farmacia local.
El método del disco de algodón.
Comienza colocando un disco de algodón en tu plato. En él colocarás las semillas. Hazlo con cuidado y asegúrate de que tus manos o cualquier utensilio que utilices para manipular las semillas estén limpios.
Toma las semillas y colóclas en el disco de algodón, espaciados uniformemente. Pon, como máximo, 5 semillas por disco.
Una vez colocadas las semillas de manera uniforme en el disco, debes rociarlas ligeramente con un poco de agua. No demasiado, sólo unas pocas pulverizaciones cortas. Si es necesario, comprueba también el pH del agua. Debe estar entre 6,5 y 7,5 para obtener los mejores resultados.
Rocia ligeramente las semillas con un poco de agua.
Una vez que las semillas y el disco de algodón estén bien mojados de agua, debes utilizar 1 disco de algodón más para cubrirlas. Coloca el disco de algodón suavemente sobre las semillas, para intercalarlas entre los dos discos de algodón. Ahora rocía el disco de algodón superior con otra fina capa de agua.
Este agua suficiente para que las semillas germinen; ahora tienes que bloquear esa humedad envolviendo el plato y las semillas con el papel de aluminio para microondas. El papel de aluminio para microondas es mejor que el film transparente, ya que tiene pequeños agujeros. Esto mantendrá fresco el aire dentro de la envoltura, de modo que las semillas también reciban mucho aire.
Así que, envuelve el plato y las semillas, y guárdalas en un lugar cálido y oscuro. Mejor no utilices propagadores de calefacción, ya que dan demasiado calor. Alrededor de 20ºC es perfecto, y almacenarlos en un armario de la sala de estar durante unos días también irá bien.
Comprueba tus semillas al cabo de 3 días; deberías ver una raíz blanca que sobresale de ellas. Se trata de la raíz primaria. Cuando la raíz primaria mida más de 2 cm, deberás plantar las semillas en el contenedor de cultivo que hayas elegido.
En el interior de una semilla de cannabis hay una pequeña cantidad de alimento. Esto es utilizado para dar a la semilla la energía necesaria para hacer crecer una pequeña raíz primaria. Al cabo de unos días, este alimento se habrá agotado y la semilla necesitará una fuente de nutrientes para seguir creciendo.
Cuando una raíz primaria ha alcanzado más de 2,5 cm de longitud, empieza a quedarse sin alimento y debe plantarse inmediatamente. Sin embargo, hay que tener en cuenta que se trata de plantas de cannabis muy jóvenes y delicadas. No sólo es muy fácil romper la raíz primaria, sino que algunos suelos pueden ser demasiado fuertes para una planta de semillero.
Si vas a usar una tierra potente para tu cultivo, considera usar primero una mezcla para macetas. Demasiados nutrientes pueden provocar un shock en la raíz primaria lo que haría que ésta deje de crecer y se muera.
Semilla de cannabis germinada.
Una planta de cannabis necesita muy poco alimento, y puede ser fácil sobrealimentarla y matarla. Cuando se cultiva cannabis en tierra, el medio (el suelo) está lleno de nutrientes. A veces, esto puede abrumar a una plántula y matarla.
Algunos cultivadores comienzan las semillas de cannabis en una mezcla para macetas (la tierra tendrá una baja cantidad de nutrientes) o mezclan su tierra con un poco de coco primero. Utiliza una mezcla para macetas, o mezcla tu tierra con coco si la tierra es demasiado fuerte. Después de una o dos semanas, cuando la planta sea más grande, puedes trasplantarla a la tierra más fuerte.
Además, no entierres la semilla a demasiada profundidad en la tierra, unos pocos centímetros son suficientes. Haz un pequeño agujero en el centro de la tierra, de unos 2-3 cm de profundidad, y coloca la semilla en él. Cúbrela ligeramente y presiona con cuidado.
Riega la semilla un poco, pero no demasiado. Si la tierra está demasiado húmeda, se corre el riesgo de que la semilla se pudra. Si está demasiado seca, la semilla podría deshidratarse y morir. Por lo tanto, basta con un poco de agua para humedecer la tierra alrededor de la semilla. Para retener la humedad, debes cubrir la parte superior de las macetas con film transparente o un vaso de plástico. Entonces sólo tienes que esperar a que veas salir un brote por encima de la tierra.
El coco es un medio hidropónico y no contiene nutrientes. Tienes que añadir los nutrientes tú mismo. En Seedstockers recomendamos los nutrientes BioTabs. BioTabs es un fertilizante orgánico que aprovecha la potencia de los organismos del suelo.
BioTabs estimula a los organismos del suelo para transformar material orgánico en la nutrición ideal para plantas. Así, las plantas desarrollan sistemas radiculares potentes y se vuelven resistentes a los patógenos.
BioTabs son una excelente opción para los cultivadores de coco. Se pueden añadir al medio y aportar nutrientes a lo largo del cultivo en pequeñas cantidades incrementales. Puede facilitar mucho todo el proceso, y es muy parecido a cultivar en tierra.
Sea cual sea la línea de nutrientes que hayas elegido, utilízala con moderación, ya que la plántula no necesitará mucha cantidad y no querrás saturar las raíces. ¼ de la dosis recomendada suele ser suficiente.
Riega el coco, con algo de alimento, con el pH correcto (5,8 – 6,2), y estará listo para plantar la semilla. Puedes plantar la semilla en coco después de que haya germinado con el método del disco de algodón, o plantar la semilla directamente en coco. Sólo tienes que asegurarte de que el coco está listo.
La lana de roca es muy parecida al coco. Es un medio hidropónico y no contiene ningún tipo de nutrientes. Para que una semilla de cannabis germinada crezca en lana de roca, tienes que añadirle primero nutrientes. Mezcla un poco de agua y nutrientes como harías con el coco y ponle un pH de 5,8. Riega el cubo de lana de roca y asegúrate de que se mantiene húmedo.
Ahora puedes plantar tus semillas en él. De nuevo, puedes hacerlo con una semilla de cannabis ya germinada, o puedes plantar la semilla directamente en la lana de roca y dejarla germinar allí.
Debes mantener la semilla caliente, independientemente de cómo la germines. Si vives en un entorno frío, o no tienes un lugar cálido y constante para mantener tus semillas, entonces quizás debas utilizar un propagador.
Un propagador es una buena manera de germinar las semillas de cannabis si no tienes un lugar cálido para mantenerlas. Colocando tus semillas, ya sea en discos de algodón, pequeñas macetas de tierra, coco o lana de roca en un propagador, tendrás más posibilidades de germinación.
Un propagador no sólo mantendrá las temperaturas más estables, sino que también bloqueará la humedad, manteniéndola alta. Esto también reducirá el riesgo de que el algodón o el medio se sequen.
Los propagadores con calefacción también son una opción. Pero hay que tener mucho cuidado de no sobrecalentar las semillas. No sobrepases los 23ºC. Esto puede ser demasiado caliente y estresará la semilla y posiblemente la matará. La temperatura ambiente está bien, pero hay que mantener una temperatura constante.
Planta de cannabis.
Las semillas de cannabis son muy fáciles de germinar, todo lo que necesitan es aire, agua y calor.
El mejor método para germinar una semilla de cannabis es el del disco de algodón, pero a veces, esto podría no funcionar. Algunas semillas tienen una cáscara gruesa. Ésta puede ablandarse remojando la semilla durante unas horas en agua. Pero no se debe hacer durante mucho rato.
Si una semilla de cannabis se hunde bajo el agua, no podrá obtener el aire que necesita y puede ahogarse. Para evitar que esto ocurra, se recomienda evitar remojar las semillas en agua a menos que sea necesario. Si una semilla no germina con el método del disco de algodón después de 4 días, prueba a remojarla sólo un par de horas en agua. Pero luego añádela a los discos de algodón y vuelve a intentarlo. No las germine únicamente en agua.
Puedes plantar las semillas de cannabis directamente en tierra, siempre que sea la época del año adecuada. Si hace demasiado frío en el exterior, el plantón no sobrevivirá. Deberías esperar a que pasen las últimas heladas y llegue la primavera.
La mayoría de los cultivadores prefieren germinar sus semillas en el interior, en macetas más pequeñas, antes de plantarlas en el exterior. Esto da a la planta algo de tiempo para crecer y desarrollar una buena base de raíces.
Si a tus plantas de cannabis les das un par de semanas en el interior, aumentarán enormemente sus posibilidades de supervivencia cuando las pongas en el exterior.
Una semilla de cannabis sólo tarda unos días, como mucho una semana, en germinar en condiciones adecuadas.
Si sigues los pasos anteriores y utilizas el método del disco de algodón, hay un 95% de posibilidades de que veas la raíz primaria de tus semillas en 3 días.
Una vez plantadas las semillas, brotarán por encima de la tierra en un par de días más.
No se necesita mucho tiempo, sólo hay que tener paciencia y dejarlas tranquilas durante un par de días. Intenta no molestarlas. Estarán bien en los discos de algodón durante 3 días; es mejor dejarlas solas hasta entonces. Cuanto menos se les moleste, mejor.
Los factores más importantes para una germinación satisfactoria son unas semillas de cannabis fiables procedentes de un buen banco de semillas, un buen método de germinación y algo de paciencia. Esta guía te da toda la información que necesitas, pero la paciencia depende de ti.
A veces, las semillas de cannabis tardan una semana en mostrar la raíz primaria, y otras veces, la tienen en 24 horas. Sólo tienes que esperar y ser paciente.
Si has utilizado el método del disco de algodón y has almacenado las semillas a la temperatura adecuada, saldrán. Sólo hay que darles unos días.
Se paciente, pásatelo bien, y disfruta del cultivo. Todo empieza aquí.