Hay una asociación inevitable entre Jamaica y la ganja, cannabis en sánscrito. Sin embargo, el hogar de los Rastafari está experimentando una grave escasez de marihuana.
No fue hasta 2015 que el cannabis fue despenalizado en Jamaica (en inglés) a través de una enmienda a la Dangerous Drugs Act (Ley de Drogas Peligrosas). La posesión de hasta 56.6 gramos de ganja no se penaliza y en caso de sobrepasar el límite, la multa es de 500 dólares jamaicanos (4$/3€). La misma multa se aplica a quienes fumen marihuana en público. En Jamaica está permitido cultivar hasta 5 plantas para consumo propio.
Estas normas relativamente nuevas no son especialmente únicas o particulares. Lo que sí añade un nuevo paradigma a la legalización del cannabis es el hecho que en Jamaica la marihuana pueda ser usada con fines sacramentales. A parte del uso medicinal o recreativo del cannabis, Jamaica le suma el uso religioso.
Jamaica está situada en el Caribe, donde las temporadas de huracanes pueden ser muy fuertes, y eso es lo que ocurrió inicialmente en 2019. Para empeorar las cosas, estas lluvias torrenciales fueron seguidas de una sequía poco usual en febrero y marzo. Esta sequía después de las lluvias ha provocado pérdidas históricas en el mercado (principalmente) negro de cannabis.
Las medidas derivadas de la pandemia de COVID-19 han contribuído también a la escasez.
La despenalización del cannabis ha provocado un aumento en el consumo local durante la pandemia, factor que también ha incrementado esta escasez.
Las estrictas medidas derivadas de la pandemia han añadido más leña al fuego. El toque de queda de las 6 de la tarde impide a los granjeros acceder a sus terrenos por la noche. Esto acorta los días de cultivo y representa una gran desventaja para aquellos agricultores que suelen acceder a sus remotos terrenos a pie.
Las granjas jamaicanas de ganado y hortalizas, y sobretodo las granjas regentadas por mujeres (en inglés) suelen sufrir saqueos y violencia. Además de estos riesgos habituales, las granjas de ganja ya estaban preocupadas antes de la pandemia debido a las costosas licencias que tenían que pagar para legalizar sus negocios.
En 2017 el gobierno jamaicano lanzó el ADP, Programa de Desarrollo Alternativo, para ayudar al mercado negro a regularse. Este programa está siendo implementado por la Autoridad de Licencias del Cannabis (CLA) y está destinado principalmente a las comunidades marginadas para que sigan las obligaciones internacionales de esta industria.
La CLA es la responsable de expedir licencias para todos los dispensarios de marihuana medicinal, cultivadores, fabricantes y procesadores. También mantiene, hace cumplir y actualiza todas las normas y reglamentos relacionados con el uso, posesión, cultivo y venta de marihuana medicinal en Jamaica.
Aunque el problema es real, la CLA afirma que no existe tal escasez en la industria legal. Los granjeros afirman que en los dispensarios legales la ganja puede costar de 5 a 10 veces más que en la calle, convirtiéndola en un producto de lujo para los más desfavorecidos y contribuyendo a las desigualdades.
Las estrictas medidas derivadas de la pandemia han añadido más leña al fuego. El toque de queda de las 6 de la tarde impide a los granjeros acceder a sus terrenos por la noche. Esto acorta los días de cultivo y representa una gran desventaja para aquellos agricultores que suelen acceder a sus remotos terrenos a pie.
El turismo ha caído inevitablemente en picado. Además, las dificultades para comprar ganja se están haciendo públicas en blogs de viaje. Los potenciales turistas motivados por el cannabis se lo van a pensar dos veces antes de viajar a Jamaica.
Desde la enmienda en la Dangerous Drugs Act (Ley de Drogas Peligrosas) en 2015, la CLA (Autoridad de Licencias de Cannabis) creó normas y reglamentos para la creación de dispensarios de marihuana medicinal. Este era uno de los objetivos del ADP, el Programa de Desarrollo Alternativo y los primeros dispensarios abrieron en 2018.
Estos dispensarios tienen una amplia gama de productos relacionados con el cannabis como comestibles, cartuchos para vapear o extractos.
La marihuana medicinal en Jamaica está disponible a través de una tarjeta especial para locales y turistas mayores de 18 años. Esta tarjeta de cannabis es recetada por un médico bajo una pequeña cuota y el gobierno es bastante flexible con los requisitos para obtenerla. No existen especificaciones sobre qué condiciones se pueden tratar, la decisión de recetar ganja depende exclusivamente del médico. La marihuana medicinal se receta sobretodo para casos de ansiedad leve (en inglés), insomnio o náusea.
Para poder recetar cannabis medicinal, el proveedor sanitario debe ser un médico autorizado por el Medical Council of Jamaica (Consejo Médico de Jamaica), y debe ser también aprobado por el Ministerio de Salud.