En el mundo de la marihuana, los bongs y los dab rigs son dos elementos muy utilizados por los consumidores. Ambos son pipas de agua, y si bien existen muchas similitudes entre ellos, también existe una serie de diferencias muy importantes que dictan que tipo de producto puedes disfrutar. Así que si deseas aprovechar al máximo tus sesiones cannábicas, querrás asegurarte de que estás utilizando el instrumento adecuado. ¿Bong o dab rig? Esa es la pregunta. O más bien, la verdadera pregunta es: ¿cuál es la diferencia?
La principal diferencia entre los bongs y los dab rigs (que son los dispositivos más usados para el dabbing) es lo que consumirás en ellos, ya que ambos utilizan el mismo sistema de filtración de agua para enfriar y filtrar el humo antes de la inhalación. Pero también incorporan componentes completamente diferentes cuando llega el momento del consumo: mientras que un bong está equipado con una cazoleta donde se depositan la marihuana en seco, un dab rig tiene un ‘banger’ o clavo, que está diseñado específicamente para vaporizar concentrados de cannabis superpotentes.
Dicho esto, ambos son pipas de agua que emplean percolación (la percolación se refiere al paso lento de fluidos a través de materiales porosos) para filtrar el humo o el vapor. Los dos instrumentos comparten los mismos principios: extraer humo o vapor a través del agua con succión.
Los usuarios de este tipo de elementos de consumo saben que los dab rigs y los bongs son muy efectivos para disminuir la temperatura de las caladas. Además, se ven geniales en su diseño (normalmente a base de vidrio, silicona, acrílico o cerámica), suenan increíblemente burbujeantes y mejoran cualquier experiencia de consumo.
Tanto los bongs como los dab rigs sirven para consumir cannabis, pero lo hacen de formas diferentes, pues cada uno tiene su propósito. Los bongs están pensados para usarse con tabaco, hierbas secas o flores de marihuana; mientras que los dab rigs están diseñados para usarse con concentrados como BHO, ceras o aceites de cannabis.
Los bongs se utilizan a través de la combustión. El material vegetal se quema con un mechero y luego se inhala el humo. Por su parte, los dabs rigs usan calor para vaporizar el concentrado que luego se inhala. Esto generalmente se hace con un soplete, aunque si realmente deseas controlar las temperaturas del dabbing, un clavo electrónico podría ser la mejor opción.
Un bong generalmente consta de un recipiente de vidrio, un tubo descendente que se extiende hacia una cámara de agua, un cuello a través del cual viaja el humo y una boquilla, desde la cual el consumidor inhala el humo. La física de un bong es relativamente simple. Llenas la cazoleta (una cazoleta es literalmente un platillo de metal o de cristal) con flores secas, luego lo quemas mientras aspiras constantemente a través de la boquilla. El humo viaja desde la cazoleta hasta el agua, donde burbujea hasta llegar al cuello. Cuando quitas la cazoleta, el humo sale rápidamente por el cuello, a través de la boquilla y hacia los pulmones.
El componente clave de toda la experiencia del bong es la acción burbujeante. Cuando el humo pasa por el agua, suceden dos cosas. Primero, la temperatura del humo desciende, haciéndolo más frío antes de la inhalación. En segundo lugar, las partículas más pesadas se extraen del humo, lo que da como resultado un humo más limpio y suave.
El dab rig funciona de manera muy similar. De hecho, puedes pensar en ello como una extensión del bong, adaptado específicamente para concentrados. La diferencia clave es que la cazoleta o cuenco donde pones las flores secas ha sido reemplazado por una pequeña plataforma que se llama clavo o ‘banger’. Y en lugar de llenar la cazoleta con flores, echas un poco de concentrado en este clavo caliente.
En un bong, la cazoleta o el cuenco es el receptáculo que sostiene tu hierba, por lo que tiene un pequeño orificio en la parte inferior para permitir el flujo de aire. Por lo general, están hechos de vidrio, aunque a veces son de metal, y pueden soportar fácilmente el calor de un encendedor.
Los dabs rigs son un poco diferentes en el sentido de que necesitan un accesorio (un clavo o ‘banger’) que sea lo suficientemente duradero como para soportar el alto calor necesario para vaporizar concentrados. Aunque son básicamente lo mismo, un clavo es más pequeño y suele estar hecho de titanio, mientras que un ‘banger’ tiene una forma más tradicional en forma de cazoleta y puede estar hecho de cuarzo, titanio o vidrio.
El proceso de dabbing también requiere fuentes de calor diferentes a las de un bong convencional. Para fumar un bong, todo lo que necesitas es una cerilla o un encendedor. Pero para calentar un clavo a las temperaturas requeridas para vaporizar concentrados, se necesita un soplete o un clavo electrónico, que lo calienta a la temperatura deseada.
Porque la experiencia del dabbing tiene mucho que ver con la temperatura. Las temperaturas más bajas producen un vapor más suave y sabroso, mientras que las temperaturas más altas producen un vapor más fuerte. Dabs de alta temperatura (170-370 ºC) quemarán los concentrados, dándole un sabor astringente y áspero. Por otro lado, los dabs a bajas temperaturas, por debajo de los 170 ºC, no vaporizan por completo todo el concentrado.
Más filtración siempre es mejor a la hora de meter algo en los pulmones, ¿verdad? Bueno, no en el caso en los dab rigs. Demasiada filtración puede reducir la potencia de tu dab, ya que si el vapor del concentrado entra en contacto con demasiada agua, puede reducir la eficacia de la calada. Es por eso que generalmente solo ves un percolador en dab rigs de alta gama.
En lenguaje sencillo, un percolador es una cámara de vidrio que divide el humo en partes más pequeñas, obligándole a pasar por unos orificios minúsculos. Esto descompone el humo en pequeñas burbujas dentro del agua. Y más burbujas significa más superficie que tiene que pasar a través del agua, enfriando el humo antes de que llegue a los pulmones.
La mayoría de estos bongs tienen múltiples cámaras a lo largo del tubo principal, con agua y orificios más pequeños. Esto sirve para que el humo tarde más en llegar a la boca, lo que proporciona una experiencia más delicada. Si el percolador también tiene varias cámaras de agua, filtrará más el humo y hará que se enfríe aún más.
Los bongs, por tanto, se benefician de tanta percolación como puedas permitirte. Desde tubos descendentes difusos hasta paneles de abeja triplemente apilados, cada nivel de filtración hace que el humo de la hierba sea más fresco y suave. No importa cuántos percoladores se introduzcan en un bong, el humo producido por la combustión no perderá potencia, sabor ni capacidad de fumar.
Es posible que hayas notado que la gente siempre quiere el bong más grande, pero los dab rigs tienden a ser mucho más pequeños. Bueno, el tamaño de una pieza tiene un gran impacto en la experiencia de fumar, para bien o para mal.
Más grande es mejor cuando se trata de bongs, pues no tienes que preocuparte de que el humo producido por la combustión pierda potencia o se disipe. Esto significa que puedes extender la ruta de humo con tantos percoladores como quieras para obtener el máximo nivel de filtración.
A diferencia del humo de la hierba seca, que pierde muy poca potencia cuando viaja dentro de un bong, el vapor de la extracción cuando usas un dab ring quedará atrapado y se disipará en el agua. Esto significa que es necesario inhalar lo más rápido posible, por lo que la mayoría de los equipos de dabbing tienden a ser más pequeños. La mayor parte del vapor se absorbe de 3 a 5 segundos, por lo que meter percoladores y tubos enormes no ofrece el mejor resultado en este sentido.
También si quieres que tu bong produzca un humo aún más fresco y suave, opta por un bong con cámara de captura de hielo. Este accesorio te permite dejar caer cubitos de hielo en el cuello del bong para enfriar el humo antes de inhalarlo.
¡Sí que puedes! Si deseas fumar flores secas, agrega una cazoleta a tu bong y si quieres fumar concentrados, ¡añade un clavo para dabs! Sin embargo, recomendamos tener dos piezas dedicadas separadas, una para flores y otra para extractos. La razón es que el sabor que obtienes de las flores secas es completamente diferente al sabor que obtienes de los concentrados. Mezclar los dos a menudo puede dar lugar a un sabor desagradable y hacer que la experiencia de fumar no sea tan buena.
El uso de diferentes piezas también facilitará mucho la limpieza. Por ejemplo, un dab rig no se ensucia tanto como un bong porque no hay combustión ni material vegetal.
Finalmente, ten en cuenta que esta información es para aprovechar al máximo lo que estás fumando, pero todo se reduce a tus preferencias personales. Algunos usuarios prefieren fumar flores en grandes bongs y a otros les gusta hacerlo en pequeños rigs. Al final, debes elegir lo más acorde con tus circunstancias; y probar con el dab rig o bong adecuado es la mejor manera de conseguirlo.