El cannabis es una planta que necesita nutrientes, igual que tú. El modo en que una planta de cannabis se alimenta es, por supuesto, muy diferente al nuestro. Las raíces de la planta absorben los nutrientes presentes en la tierra y en el agua. Asegurarte que tu planta de cannabis reciba todo lo esencial para su nutrición es imprescindible para prevenir un crecimiento lento, daños en las hojas o una reducción de la cosecha.
Las deficiencias nutricionales en el cannabis pueden ser difíciles de identificar y, a menudo, también puede ser muy complicado y agobiante el aprender a tratarlas. En esta guía discutiremos algunas de las deficiencias nutricionales más comunes del cannabis y también su prevención y algunos trucos simples para corregir problemas fácilmente.
Empecemos comentando algunas de las necesidades nutricionales de la planta de cannabis a lo largo de su vida.
Los tres macronutrientes más comunes para el crecimiento son el Nitrógeno (N), el Fósforo (P) y el Potasio (K). El valor de estos elementos se expresa en la etiqueta de los productos fertilizantes como N-P-K.
El nitrógeno es el elemento que solemos encontrar en más cantidad en los productos nutricionales diseñados para la fase de desarrollo vegetativo de la planta de cannabis. El valor N-P-K que encontrarás en las etiquetas de estos productos será 6-3-7.
4-10-12, por ejemplo, sería el valor N-P-K de un producto nutritivo designado para el período de floración de la planta. En este ejemplo vemos que hay mucho menos nitrógeno en relación a los valores de fósforo y potasio. Esto es debido a que, durante la fase de floración de la planta, ésta se verá muy beneficiada con abundantes cantidades de fósforo y potasio, P y K, mientras que el nitrógeno juega un papel menos importante. El fósforo es crucial para la producción de floraciones abundantes, mientras que el potasio es necesario para asimilar ese fósforo.
Hay otros tres macronutrientes muy necesarios en grandes cantidades. El Calcio (Ca), el Magnesio (Mg) y el Azufre (S) son increíblemente importantes en los procesos biológicos presentes durante la vida de la planta. Aunque muchas tierras para macetas tienen una cantidad suficiente de estos elementos para asegurar el crecimiento vegetativo, ese suministro suele acabarse rápidamente en el momento que llega la floración y también en casos de vegetaciones prolongadas. La mayoría de nutrientes básicos para los estadios de floración y el estadio vegetativo contienen suficiente cantidad de estos tres elementos para evitar el deterioro. Sin embargo, hay métodos para prevenir y tratar estas deficiencias.
Los micronutrientes son el boro (B), el zinc (Z), el manganeso (Mg), el hierro (Fe), el cobre (Cu), el molibdeno (Mo) y el cloro (Cl) y representan menos del 1% del peso seco de la mayoría de plantas.
Un micronutriente es un elemento para la nutrición de la planta necesario en cantidades mucho menores que los tres macronutrientes. Esto no significa que no sean igualmente vitales para producir grandes cosechas o las mejores flores, sino que simplemente con poca cantidad se alcanzan muy buenos resultados. De hecho, ¡en la mayoría de tierras para cultivo se encuentran o muchos o directamente todos los micronutrientes para todo el ciclo vital de tu planta! Es poco habitual que encuentres deficiencias de estos micronutrientes cuando cultives en tierra, pero si te ocurre, mejor comprobar bien la calidad de la tierra que has elegido.
La mayoría de fórmulas de los productos de nutrición disponibles en el mercado están ingeniadas de manera que los elementos necesarios para un crecimiento vigoroso sean equilibrados para cada fase de crecimiento de la planta. Esto significa que un producto diseñado para completar las necesidades nutritivas durante la fase vegetativa, debería de tener todos o la mayoría de macronutrientes y micronutrientes.
Debido al hecho que el nitrógeno es el elemento más consumido durante la fase vegetativa, el primer signo de que tu planta tiene deficiencias será, posiblemente, por falta de nitrógeno. Las deficiencias de nitrógeno se traducen como un amarillamiento y muerte del follaje más viejo, iniciándose en la parte inferior y, si no se frena, subiendo gradualmente con el tiempo.
La planta consume su provisión de nutrientes y a sí misma. La manera más fácil de arreglar este problema es simplemente aumentar la concentración de la solución de nutrientes que le proporcionas a tus plantas durante el riego. Si has estado usando solamente agua y esta es la primera vez que percibes ese amarillamiento en la parte inferior de la planta, es señal que tu planta ha consumido las reservas de nutrientes de la tierra y que ha llegado el momento de empezar a usar productos nutritivos.
Recuerda que un exceso de nutrientes se puede ver en los nuevos brotes en forma de puntas quemadas y totalmente lo contrario cuando hay deficiencias de nitrógeno.
Durante las primeras semanas de floración es cuando puedes observar signos de deficiencia de fósforo. Esto puede ser una señal de que hay que cambiar el método y aplicar un producto nutriente de floración (que suele tener niveles de fósforo comparables a los de nitrógeno). O quizás habrá que incrementar la concentración de la solución nutritiva que estés usando para regar las plantas de cannabis. Las deficiencias empiezan en las hojas inferiores y más viejas y se suelen formar puntitos necróticos. También se produce un amarillamiento de las hojas.
Del mismo modo que con el fósforo, seguramente observes las deficiencias de potasio hacia el inicio de la floración cuando la planta sufre un cambio y necesita consumir estos elementos mucho más que el nitrógeno. Las deficiencias de potasio suelen traducirse como un follaje blanqueado o quemado químicamente. De hecho, a veces las deficiencias de potasio se confunden como ligeras quemaduras y viceversa.
Las deficiencias de calcio y magnesio suelen aparecer a la par y se pueden prevenir y tratar a la vez también.
Las deficiencias de magnesio suelen aparecer primero en las hojas más viejas y pueden ser difíciles de diagnosticar, cosa que también ocurre con las deficiencias de calcio. Una señal de deficiencia son los puntos necróticos en las hojas y la pérdida de las mismas. Suelen ser combinadas con otras deficiencias. Esto puede ser también indicativo de problemas con el pH.
A menudo las supuestas deficiencias nutricionales son simplemente el resultado de unos valores de pH inadecuados. Además, estas son las dos deficiencias más comunes que se pueden dar que no se solucionan aumentando la concentración de tu solución nutricional o añadiendo más producto. A muchos de estos productos les faltan las cantidades de magnesio y calcio necesarias para que la planta se desarrolle. Los sustratos para el cultivo también suelen carecer de las reservas de estos elementos necesarios durante toda la vida de las plantas.
Según Emilio de BioTabs en Barcelona, la manera más fácil de tratar una deficiencia de calcio y magnesio es también la mejor manera para prevenirla.
Polvo de dolomita. Esto es un tipo de piedra caliza que aporta mucho calcio y magnesio a tus plantas. Emilio aconseja 2 g de polvo de dolomita por cada litro de sustrato cuando prepares la tierra para plantar tu planta y así prevenir deficiencias y suministrar el magnesio y el calcio necesarios. Por otro lado, también se puede añadir ese polvo de dolomita a la solución usada al regar si se descubre una deficiencia durante el curso vital de la planta.
Franco Casalone, famoso gurú italiano del cannabis, ha demostrado recientemente en su jardín que usar niveles altos de luz roja en comparación con la luz azul durante la floración incrementa la tasa de maduración de sus plantas de cannabis. Pero también resulta en deficiencias de magnesio que las plantas bajo luz azul no muestran. Este es un ejemplo excelente de cómo los métodos de iluminación que uses pueden cambiar las necesidades nutricionales de tus plantas. Además, algunos cultivadores informan sobre demandas y deficiencias nutricionales únicas cuando cultivan bajo luces LED.
Antes de decidir que hay una falta de cualquier elemento concreto en tu tierra, primero es importante que te asegures que sea lo que sea lo que haya en tu sustrato, esté disponible para tu planta. Hablando de manera metafórica, el pH es el controlador que decide qué elementos del sustrato están disponibles para su absorción a través de las raíces de la planta de cannabis y en qué cantidades. Los cambios y las variaciones en los niveles de pH pueden resultar en la imposibilidad de tu planta de absorber ciertos elementos, aunque éstos estén presentes en la tierra. Ten en cuenta que en tierra, los valores de pH entre 6-6,5 son los ideales para la absorción de nutrientes. Comprueba los niveles de pH del agua cada vez que riegues.
Los sustratos vivos son medios increíblemente interesantes para producir un cannabis maravilloso. BioTabs ofrece una línea de productos que eliminan las complicaciones de los sustratos vivos y facilitan el cultivo casero con tan sólo unos pocos productos simples. La ventaja del cultivo en sustrato vivo es que el pH y la cantidad y proporción de nutrientes se mantiene gracias a un ecosistema en la tierra misma. En lugar de añadir soluciones con nutrientes al sustrato de tu planta, casi que solamente te hace falta añadir agua muy pura y alimentar la actividad biológica de la tierra de vez en cuando. ¡Esta es una manera fantástica de dejar que la planta haga gran parte del trabajo por ti!