No todas las plantas quieren el mismo sustrato en el qué crecer. Las suculentas, por ejemplo, crecen muy bien en tierra arenosa y con un buen drenaje que no retenga mucha agua, y la tierra normal del jardín – en la mayoría de los casos – no va a acabar de funcionar.
Al igual que las suculentas, las plantas de cannabis también necesitan una tierra que tenga un buen drenaje. Por otro lado, una tierra arenosa, arcillosa o rocosa suele dificultar que la planta de cannabis penetre profundamente en la tierra y desarrolle el tipo de sistemas radiculares masivos que conducen a rendimientos masivos.
Echemos un vistazo a algunas de las formas en las que podemos asegurar la mejor calidad de tierra para nuestras plantas.
El cannabis da buenos resultados, especialmente, en tierra que es esponjosa y en la que las raíces penetran fácilmente. El sphagnum, o musgo de turbera, es un ingrediente fundamental y realmente bueno para una tierra de cannabis. La próxima vez que estés en la tienda de cultivo o en el vivero local, echa un vistazo al contenido de las diferentes marcas y tipos de tierra. La tierra limosa es otro buen ejemplo de textura de tierra apta para cannabis.
El drenaje también es un parámetro de gran importancia cuando hablamos de cannabis. A las raíces de la planta de cannabis no les gusta mucho estar en remojo durante mucho tiempo, por lo que una mezcla de tierra que tenga una alta retención de agua y un bajo nivel de drenaje se presenta como un problema.
Recuerda que mientras las hojas usan dióxido de carbono, las raíces de la planta de cannabis necesitan mucho oxígeno.
Poner mucha perlita en la mezcla de tierra es una buena manera de solucionar varios problemas a la vez. La perlita resiste la compactación de la tierra y ofrece un muy buen drenaje. Gracias a su área de superficie alta, la perlita también ayuda a crear una gran humedad alrededor de las raíces incluso cuando la tierra empieza a secarse, sin sofocar las raíces. Demasiada perlita hará que el agua drene demasiado rápido. Usar 10 L de perlita por 25 L de tierra para macetas con alto contenido de musgo de turbera es una buena manera de asegurar un drenaje adecuado.
Algunos cultivadores utilizan vermiculita o hydroton (piedras de arcilla) en lugar o además de perlita para personalizar y optimizar su tierra y zona de raíces.
Las tierras compradas en tu tienda de cultivo local van a tener una lista de ingredientes en la parte posterior de la bolsa. El contenido de nutrientes se mostrará con tres números, tales como “8-8-8”. Esto significa que la tierra contiene partes iguales de nitrógeno, fósforo y potasio. Muchas marcas también indican el valor de la EC (electroconductividad) y el pH de la tierra.
Recuerda que seguramente el contenido de nutrientes de esta tierra solo será lo suficientemente rico para las primeras semanas de vida de las plantas antes de que tengas que empezar a preparar una solución acuosa de nutrientes para complementar los nutrientes ya usados. Por esta razón, los suelos con un equilibrio entre los tres elementos son una muy buena elección.
Busca una tierra con un rango de pH entre 6,0-7,0. Este es el rango en el que el cannabis, en condiciones de tierra, prospera. Busca también un valor de CE que no sea demasiado alto. Algunos suelos que van bien para ciertas flores o plantas pueden ser demasiado ricos para cannabis y podrían quemar tus plantas desde el principio, atrofiando el crecimiento o matando la planta por completo.
Hay que tener en cuenta que algunas tiendas de cultivo venden las mezclas de tierra mucho más rápido que otras. Siempre comprueba la fecha de la bolsa de tierra que compras. Si lleva demasiado tiempo en la tienda, puede secarse de forma excesiva, albergar bichos o gérmenes y causar problemas en el cultivo que es mejor evitar.
Por ello, la mayoría de los cultivadores optan por comprar a proveedores de equipos de cultivo fiables y con experiencia.
La tierra de tu jardín puede o no ser la mejor opción para cultivar cannabis directamente en el suelo. Para aquellos que tienen la suerte de poder cultivar árboles gigantescos de cannabis en sus jardines sin temor a las repercusiones de las fuerzas del orden locales o de los ladrones, hay varias maneras de aprovechar la tierra que ya está allí y modificarla para que se adapte a las necesidades de tu cannabis.
En algunas partes de Colorado (EUA) y en partes del norte de España, encontrarás a menudo mucha arcilla roja. Tus plantas adorarán sin ninguna duda la arcilla roja ya que es increíblemente rica en ácidos húmicos y en los mejores tipos de materiales orgánicos, pero la arcilla también puede hacer muy difícil la penetración en las raíces del cannabis.
Una solución fácil a esta situación es hacer un agujero en la arcilla en forma de cuadrado de 0,5×0,5×0,5 m y reemplazarlo con una mezcla de tierra bien drenada y de fácil penetración. Esta acción permitirá a tu planta desarrollar un fuerte sistema de raíces y, al llegar a las paredes de arcilla, las gruesas raíces podrán aprovechar los deliciosos ácidos orgánicos que la arcilla tiene encerrados en su interior. La buena composición de la arcilla local también pasará a la tierra con ayuda de la lluvia y el riego, enriqueciendo así la mezcla de tierra.
Si investigas un poco para saber qué tipo de tierra tienes en tu jardín, podrás aprovechar los recursos que ya tienes a tu disposición, ahorrando dinero y añadiendo de forma potencial un nivel de sostenibilidad a tu producción.