Una nueva investigación (en inglés) del Imperial College de Londres ha estudiado los efectos de la combinación de psicodélicos y cannabis. Un equipo de investigadores del Departamento de Ciencias del Cerebro de la Facultad de Medicina y del Centro de Investigación Psicodélica, ha llegado a la conclusión de que podría haber una posible interacción entre los psicodélicos y el cannabis. El nombre de esta investigación es: Experiencia psicodélica dependiente de la dosis modulada por el cannabis: resultados de una encuesta prospectiva online.
¿Pero qué son los psicodélicos? Los psicodélicos, al igual que algunos componentes del cannabis, son sustancias psicoactivas.
Una sustancia psicoactiva o psicotrópica cambian el funcionamiento del cerebro. Amplía los estados de la experiencia consciente conocidos como el estado de ánimo, los sentimientos, la conciencia o el comportamiento. El alcohol, la nicotina, el cannabis, algunos analgésicos y la cafeína son sustancias psicoactivas legales (en algunos países). El LSD, el DMT, la psilocibina, la ayahuasca, la cocaína, las anfetaminas o la heroína son ejemplos de sustancias psicoactivas (en su mayoría) ilegales.
Los psicodélicos son sustancias psicoactivas (cambian el funcionamiento de nuestro cerebro) “con una capacidad de manifestación mental que muestra propiedades útiles o beneficiosas para la mente”. Así es como Humphry Osmond (en inglés) definió los psicodélicos en 1957. Los psicodélicos alteran los estados de la experiencia consciente de forma que ya no nos resultan familiares. Hay quien considera que los psicodélicos aportan nuevos estados de conciencia. Esta es la conocida “experiencia mística” asociada a los psicodélicos.
La forma en que los psicodélicos te afectarán variará en función de estos factores:
Las experiencias psicodélicas se llaman “viajes” y pueden durar aproximadamente:
El cannabis no se considera habitualmente como una sustancia psicodélica. Sólo el THC purificado ha demostrado empíricamente ser psicodélico, pero no la planta en sí. Los efectos de los psicodélicos varían en función de su composición y se asocian principalmente a alteraciones de la percepción sensorial. Algunos efectos de los psicodélicos que difieren de los efectos psicoactivos del cannabis son:
Esta investigación utilizó esta plataforma online (en inglés) para recoger datos de 321 adultos que ya tenían intención de consumir psicodélicos. Rellenaron varias encuestas en momentos determinados: primero 7 días antes de la ingesta y otra vez 1 día después de la misma. Los participantes especificaron su elección de esta lista:
Los participantes también indicaron la dosis utilizada dentro de estos parámetros: una dosis baja (≦50 μg), una dosis moderada (≦100 μg), una dosis alta (≦200 μg), una dosis muy alta (≦300 μg ) o una dosis extremadamente alta (> 300 μg).
Los participantes informaron si consumían otro tipo de drogas como cannabis, alcohol, tabaco o estimulantes eligiendo entre varias dosis con los parámetros: dosis no consumida, baja, media y alta. Ya que las dosis no eran específicas, esto dio lugar a informes subjetivos.
El cannabis parecía aumentar los efectos de los psicodélicos. La metodología de esta encuesta incluía cinco cuestionarios:
Tras esta investigación, la toma de cannabis combinada con psicodélicos dio resultados interesantes: una relación lineal con el MEQ (experiencia mística), el ASC-Vis (visual) y el EDI (disolución del ego); una relación cuadrática con el CEQ (cuanto mayor es la dosis de cannabis, mayores son estos efectos: pena, miedo, muerte, locura, aislamiento, angustia física y paranoia); y ninguna relación con el EBI (catarsis emocional o epifanía).
En las ceremonias de ayahuasca se fuma cannabis a menudo para minimizar los malos viajes. Los investigadores de este estudio establecieron una relación entre las dosis bajas de cannabis, que ayudarían a disminuir la ansiedad (efecto ansiolítico), y las dosis más altas que provocarían lo contrario (efecto ansiógeno). Estos son los efectos contradictorios del cannabis: altas dosis de CBD dan un efecto ansiolítico mientras que las dosis más altas de THC provocan efectos ansiógenos. Esta es una de las razones por las que el CBD puede ayudar en caso de un mal viaje.
Es importante señalar que los resultados de esta investigación se basan en 53 personas que consumieron dosis bajas de cannabis, 45 que consumieron dosis medias y 28 que consumieron dosis altas. Por lo tanto, la cantidad de participantes investigados no es muy alta. Además, el diseño de la encuesta no da indicios sólidos de causalidad y tampoco se analizó la composición del cannabis consumido.
El CBD y el THC interactúan con el sistema endocannabinoide, y varios estudios mencionados en esta encuesta sugieren que también interactúan con los receptores de serotonina. Y esta es una de las razones por las que el cannabis medicinal también se utiliza en casos de trastorno de estrés postraumático (TEPT), de ansiedad, de insomnio y del estado de ánimo deprimido asociado a enfermedades crónicas (VIH/SIDA, dolor crónico no oncológico).
Posiblemente, tanto el cannabis como los psicodélicos actúan exactamente en los mismos receptores. Y aquí es donde el uso terapéutico de los psicodélicos podría ser interesante. La psicoterapia asistida por psicodélicos (PAP) está ganando espacio y reconocimiento (en inglés) tanto a corto como a largo plazo. Es una práctica psiquiátrica asistida por un profesional de la salud mental y forma parte de un proceso psicoterapéutico. En Canadá, la psilocibina se administra (en inglés) durante la psicoterapia al final de la vida para calmar la angustia por la muerte (en inglés). La PAP también está dando buenos resultados en el tratamiento del TOC (trastorno obsesivo-compulsivo), la adicción, la depresión y los trastornos alimentarios (en inglés).
Todavía no está claro cómo funcionan los psicodélicos durante la PAP. Los psicodélicos podrían cambiar patrones de pensamiento mediante experiencias místicas. Otra teoría sugiere que los psicodélicos “reinician” el cerebro actuando sobre los neurotransmisores, cambiando el comportamiento y el estado de ánimo. Además, los consumidores de psicodélicos -maravillosamente llamados “psiconautas”- podrían ser más sugestionables y, por tanto, más propensos a responder positivamente a la terapia o a su propia experiencia psicodélica.
Lo que sí sabemos es que estamos abiertos a conocer más estudios sobre las posibilidades de combinar cannabis y psicodélicos. Quién sabe si esto podría conducir a un mayor autodescubrimiento global, más amor por la naturaleza y sanación.