Cronológicamente, estamos hablando del período justo después de la Edad de Piedra. El Neolítico se caracteriza, entre otros factores, por el desarrollo de la agricultura. Y un nuevo estudio sugiere que desde que se desarrolló la agricultura, hubo cultivadores de cannabis.
Tras recopilar y contrastar 110 genomas de diferentes variedades de cannabis, este estudio (en inglés) sugiere que el cannabis es una de las plantas cultivadas más antiguas y que todo ocurrió érase una vez (en el Neolítico) en el noroeste de China. Esto podría desmentir la creencia de que el cannabis se originó en Asia Central.
El investigador y profesor de la Universidad de Lausana (Suiza) Luca Fumagalli trabajó con científicos de todo el mundo para reunir y estudiar 80 plantas de cannabis domesticadas y silvestres y 30 plantas más modernas de cáñamo y de híbridos psicoactivos. Esto es un total de 110 ejemplares de plantas de cannabis antiguas y modernas. Acotando la investigación genética hasta el último punto en el que se habían realizado modificaciones en la planta, la investigación se detiene aproximadamente en la marca de los 12.000 años. Es ahí, hace 12.000 años, donde se descubre la forma más pura de la planta de cannabis.
Falta más por descubrir y profundizar sobre la domesticación del cannabis sativa, pero por desgracia la situación de legalización de la planta representa un obstáculo para seguir ampliando conocimiento ya que en muchos países investigar sobre esta planta es ilegal.
Según este estudio, las variedades que crecen en el noroeste de China podrían ser los parientes más cercanos a los ancestros de la planta de cannabis. Las variedades autóctonas chinas y las plantas asilvestradas del país son los descendientes más cercanos del material genético ancestral encontrado hasta ahora.
El Neolítico es la época en la que se desarrolló la agricultura, pero también es la fase de fabricación de la cerámica y el tejido. Y precisamente en el noroeste de China se han encontrado cerámicas con marcas de cuerda de cáñamo que pertenecen a esta época. Estas pruebas arqueológicas parecen concluir que el cannabis podría haberse originado efectivamente en la antigua China.
El Neolítico -también llamado Nueva Edad de Piedra- y etapa final de la evolución cultural de los humanos prehistóricos, se caracterizó por la domesticación de plantas y animales.
Según este estudio, han surgido nuevos datos sobre la domesticación de la planta de cannabis. Se sugiere que el cannabis basal ya existía entonces y que se convirtió en un cultivo al mismo tiempo que el trigo y la cebada.
Se pueden encontrar rastros de modificaciones de la planta de cannabis hace unos 4000 años, cuando los agricultores habrían cruzado cepas de cannabis para la producción de drogas o fibras.
Esta investigación sugiere que la domesticación mencionada respondió a los diferentes usos que los agricultores encontraron para la planta de cannabis. Las muestras que se recogieron fueron secuenciadas y analizadas, y la conclusión del estudio muestra que el cannabis es una de las plantas cultivadas más antiguas, cultivada para obtener fibra, alimentos, aceite y probablemente también para fines rituales, recreativos y médicos.
La domesticación implica una modificación genética, porque cada agricultor quiere que sus plantas sirvan para un propósito específico. Por ejemplo, las cepas de cáñamo se modificaban para ser más altas y, por tanto, tener más fibra en el tallo. Esto haría que las plantas fueran más altas y con troncos más gruesos.
Por otro lado, las cepas destinadas a ser utilizadas con fines médicos, recreativos o rituales se quedaban más pequeñas y con una mayor producción de flores. Estas flores contenían más resina y se harían más mutaciones para conseguir niveles más altos de cannabinoides específicos.
Se creía que la planta de cannabis procedía de Asia central (Mongolia y el sur de Siberia). Tras este estudio, ahora sabemos que en realidad podría proceder del noroeste de China.
Viajó al sur de Asia entre el año 2000 a.C. y el 1000 a.C., y su uso se generalizó en la zona donde se encuentran hoy la India y Pakistán. Esta planta se utilizaba en esta zona principalmente para aliviar la ansiedad a través de comestibles.
Viajó más lejos, a Oriente Medio, entre el 2000 a.C. y el 1400 a.C., y las tribus germánicas la llevaron desde allí a Alemania y, finalmente, a Gran Bretaña (durante las invasiones anglosajonas del siglo V).
La planta de cannabis migró a otras regiones del mundo viajando a través de África y llegando a Sudamérica en el siglo XIX, para finalmente llegar también a Norteamérica y al resto del mundo.
Esta planta aventurera ha existido durante miles de años y justo estamos empezando a descubrir cuáles pudieron ser sus orígenes. Una mayor legalización y despenalización del cannabis permitirá investigar más sobre sus antepasados, sus usos por parte de las civilizaciones precedentes y los motivos por los que se convirtió en un cultivo.