El clima es uno de los factores fundamentales que determinan el éxito de un cultivo en exterior, por lo que muchos cultivadores pueden asustarse cuando se trata de plantar cannabis en lugares de climas fríos. Pero si no tienes la suerte de vivir en áreas naturalmente bendecidas para un cultivo al aire libre, no te desanimes. Luchar contra los elementos no solo es posible, sino que tiene algunos beneficios sorprendentes si se hace bien. Y todo comienza por elegir las genéticas más adaptadas a las condiciones climáticas desfavorables.
Cultivar cannabis al aire libre puede ser tan gratificante que incluso los cultivadores que viven en climas más fríos pueden hacerlo. Realizar una plantación en exterior te dará la oportunidad de utilizar el poder de la naturaleza para ahorrar en equipos y electricidad, mientras cosechas muchos más cogollos de los que podría generar un cultivo de interior, ya que no hay restricciones de espacio. Cultivar en climas fríos tampoco te obliga a renunciar a la calidad; de hecho, existen muchos cultivadores que producen cosechas excelentes a pesar de vivir en zonas de clima poco propicio.
Si vives en un lugar donde experimentas lo mejor y lo peor de las cuatro estaciones, lo único que te impide cultivar en exterior es tu voluntad de ser un poco creativo, ya que puede ser un poco más desafiante en comparación con hacerlo en un clima tropical, pero no es imposible. Admitámoslo: no todo el mundo tiene la suerte de vivir en un lugar donde el sol brilla todo el día. De hecho, muchos cultivadores de cannabis tienen que arreglárselas con climas templados e incluso tienen que lidiar con fuertes vientos, lluvias y bajas temperaturas.
El cannabis es una especie muy versátil, singularmente resistente y que puede soportar muchas condiciones climáticas. Sin embargo, si tiene que vivir de manera constante soportando bajas temperaturas, su desarrollo se irá ralentizando de manera gradual. Una vez que el termómetro baja de los 15ºC, el metabolismo de las plantas de cannabis irá disminuyendo poco a poco, ya que los procesos bioquímicos y enzimáticos se paralizan. El sistema radicular tampoco se expande como debería, no siendo capaz de absorber tantos nutrientes como sería habitual, repercutiendo en un crecimiento muy poco fructífero.
Existen dos períodos en el ciclo de vida de una planta de cannabis en los que hay que tener especial cuidado, ya que es bastante vulnerable frente a los elementos: son el principio y el final de todo cultivo, la etapa de plántula y la de maduración. Por lo tanto, si vives en un clima frío y quieres cultivar al aire libre, asegúrate de brindar a tus plantas una protección especial durante estos dos períodos.
El ciclo de vida de la planta de cannabis comienza como plántula después de la germinación de las semillas. Durante este tiempo, es muy sensible a su entorno, porque sus raíces no están lo suficientemente desarrolladas. Por eso las plántulas deben protegerse de las inclemencias meteorólogicas (viento, lluvia…) cuando se cultivan al aire libre, pero sobre todo deben protegerse de las heladas.
En algunos lugares con climas más desfavorables, una helada primaveral tardía puede significar la muerte de las plántulas, por lo que es una buena idea germinar en interiores o dentro de un invernadero, manteniendo las plántulas bajo iluminación artificial (como pueden ser las luces LED) durante las primeras semanas. Solo entonces se pueden empezar a aclimatar gradualmente las plantas jóvenes al clima exterior. Una vez que sean lo suficientemente fuertes y haya pasado la posibilidad de heladas, puedes trasplantarlas a su ubicación al aire libre.
Las plantas con flores no son tan sensibles a su entorno como las plántulas, pero aun así también debes protegerlas de las heladas. Una fuerte helada al final del periodo de floración puede interferir con la producción de cogollos y reducir la potencia de tu cosecha. También es necesario proteger las plantas del viento: al pesar más los cogollos, tienen mayor probabilidad de quebrar las ramas cuando se enfrentan a las rachas fuertes de las tormentas.
Además, la etapa de maduración es un momento clave para un cultivador incluso en el mejor de los climas, porque los cogollos pueden volverse tan grandes y densos que siempre existe el riesgo de moho o pudrición. La forma más segura de evitar este riesgo es elegir una variedad que se pueda cosechar antes de que llegue el mal tiempo.
Debido a las preferencias de los cultivadores y al clima circundante, la planta de cannabis ha evolucionado de manera diferente en distintas ubicaciones geográficas. Por tanto, elegir la variedad que es mejor para climas fríos depende no solo de identificar las condiciones del lugar donde vas a cultivar, sino que también es necesario tener en cuenta el origen de la genética que vas a utilizar.
Así que cuando compres semillas de cannabis y compares entre diferentes variedades o tipos de semillas, es necesario prestar atención a las siguientes opciones:
Gracias a su herencia Ruderalis, que proviene de regiones como Siberia en las que el cannabis se adaptó al clima adverso y a diferentes duraciones del día y la noche, las automáticas son plantas más resistentes al frío y no dependen del fotoperiodo. Las autos no esperan a que los días se acorten para empezar a florecer, por lo que puedes elegir los 2-3 meses más cálidos del año para su cultivo: puedes plantarlas a principios del verano y cosechar cogollos completamente maduros a finales de agosto, antes de que haga demasiado frío y llueva.
Los híbridos con estas palabras en el nombre combinan genética autofloreciente y fotoperiódica. No comenzarán a florecer automáticamente y terminarán de hacerlo en otoño, pero lo hacen un par de semanas antes que las variedades fotoperiódicas normales, por lo que ofrecen todas las ventajas de las cepas feminizadas, pero estando listas para cosechar antes. Y con unos rendimientos que también serán muy abundantes, ya que estas genéticas son muy vigorosas y resistentes.
Como regla general, las plantas de dominancia indica son generalmente más resistentes al frío que las sativas, y su tiempo de floración también es más corto. Esto aumenta tus posibilidades de cosechar tus cogollos antes de que se echen a perder por el clima frío y lluvioso. Si desconoces el tiempo de cosecha de la variedad en exterior, mira cuántas semanas tarda en interior: 7-8 semanas es una buena cifra, mientras que 9-10 o más significa que la variedad no es tan adecuada para climas adversos.
Si la descripción dice que una variedad tienen cualidades genéticas que la hacen resistente al moho, tienes mejores probabilidades de no perder tus cogollos al final de la temporada por la humedad propia de las primeras lluvias otoñales. También algunas cepas se desarrollaron específicamente para las regiones montañosas y, por lo tanto, son excelentes para tolerar el frío, el viento o las fuertes caídas de temperatura durante la noche.
Si todavía dudas sobre qué tipo de genética elegir, a continuación te mostramos algunas de las semillas del catálogo de Seedstockers que son una fantástica opción: son variedades de exterior totalmente probadas, cuyo gran uso a lo largo de los años las convierten en nombres fiables y de confianza.
Una de las cepas clásicas de todos los tiempos, que se ha cultivado en prácticamente todos los climas conocidos por el hombre. Además, es una de las variedades de cannabis más cruzadas, lo que la hace adaptable a diferentes temperaturas. Esta cepa de dominancia índica normalmente se cosecha a mediados de octubre y es muy resistentes a las enfermedades, además de desarrollar una estructura fuerte para que no tengas que preocuparte por el viento. También necesita relativamente pocas horas de sol y su producción está por encima de la media. En resumen, una planta ideal para los climas más fríos.
Otra variedad clásica que puede adaptarse a casi cualquier entorno de cultivo. El nombre de la familia Kush hace referencia a su origen en las montañas del Hindu Kush en Pakistán, por lo que es predominantemente índica, una planta pequeña pero muy eficiente que crece bien en gran variedad de condiciones climáticas. Si eres un usuario medicinal que quiere plantar en climas fríos, esta podría ser una buena opción. El efecto es muy relajante y soñoliento, con un nivel de THC que suele ser bastante alto, alrededor del 24 %, por lo que puede ser un poco abrumador para los principiantes. El sabor y el aroma son perfectos para el invierno, una combinación de pino, limón, madera, cítricos y diesel.
Hablar de la familia Critical + es hablar de una genética idolatrada por los cultivadores, gracias a todas las ventajas que cualquiera desearía para una planta de cannabis: es vigorosa, resistente, con un rendimiento fuera de serie y con un aroma/sabor increíble. BCN Critical XXL nació después de cruzar clones de Kritikal Bilbo y Critical +, seleccionando individualmente las mejores semillas y cruzándolas con semillas regulares originales de Critical Mass, obteniendo una nueva selección de Critical que dio lugar a una versión más fuerte y productiva. Además, en Seedstockers hemos creado dos versiones rápidas: BCN Critical XXL Fast Fem y BCN Critical XXL Auto, con el fin de poner esta genética al alcance de cultivadores que viven en regiones más septentrionales.
Y por último, ¿por qué detenerse en tres leyendas absolutas cuando podemos tener cuatro? White Widow es otra variedad súper popular que es excelente para el cultivo en climas fríos. También es una de las variedades más resistentes del mercado, famosa por poder crecer en casi cualquier entorno, por lo que no tienes que preocuparte demasiado por tratarla con guantes de seda. Tiene un tiempo de floración extremadamente corto y produce buenos rendimientos, gracias a su alta resistencia al moho y sus ramas gruesas. Y con un nivel de THC de alrededor del 23% por lo que pega fuerte. Una buena variedad para el cultivo de interior para principiantes por su sencillez, que los cultivadores de todo el mundo adoran por sus características simples y su potente colocón. ¡Muy recomendable cuando el frío aprieta!