Cultivar marihuana es un proceso tan gratificante como, en ocasiones, complicado. Y una de las decisiones más importantes para comenzar con buen pie es escoger la variedad de cannabis adecuada de entre las miles que existen, lo que puede ser una experiencia abrumadora. Si estás pensando en cultivar por primera vez, es posible que no sepas cuál elegir. Aquí estamos para ayudarte.
Lo mejor del cultivo de cannabis es que no es necesario ser un experto para empezar. Cualquier entusiasta de esta planta puede cultivar en casa con un poco de planificación e investigación. Pero has de tener en cuenta una máxima: un gran cultivo comienza siempre con una buena semilla de cannabis, lo que significa que la genética es el alfa y el omega, el principio y el fin de todo el proceso.
Existen variedades de marihuana que pueden ser más difíciles de cultivar que otras. Algunas son delicadas y necesitan mucha atención; otras pueden ser propensas a enfermedades o moho, mientras que otras son resistentes y pueden soportar mejor la falta de riego. Además, ciertas cepas se han adaptado por evolución a climas específicos, por lo que puede que no tenga sentido cultivar una para climas cálidos si vives en un lugar frío.
Elegir una variedad de marihuana es, en última instancia, una cuestión de equilibrar tus necesidades individuales, experiencia y preferencias de cultivo.
Para hacer las cosas más fáciles a la hora de elegir, es importante que sepas diferenciar entre los distintos tipos de semillas disponibles.
En un primer nivel, puede que desees probar versiones feminizadas o semillas autoflorecientes: las semillas feminizadas, como su propio nombre indica, no necesitan ser sexadas para identificar y deshacerse de las plantas masculinas, que pueden polinizar a las femeninas para producir semillas.
Con las plantas autoflorecientes no tienes que preocuparte por los machos (aunque en otro post explicamos cómo convertir planta macho en hembra) ni por el cambio de fotoperiodo, que es la cantidad de luz que reciben las plantas al día. Por lo general, la genética fotoperiódica se activa para florecer por un cambio en la luz. Las plantas autoflorecientes lo hacen automáticamente independientemente de la cantidad de horas de luz recibidas, lo que te permite cosechar plantas 2-3 meses después de que broten las semillas. Es como si estuvieran programadas para pasar por las diferentes fases de desarrollo sin que tengas que preocuparte de dirigirlas.
Esto las hace muy atractivas para los cultivadores principiantes que buscan obtener resultados rápidamente, sin tener que esperar mucho tiempo a que las plantas alcancen un nivel de madurez específico. Además, con un periodo de vida tan corto, también se reducen las posibilidades de que algo pueda salir mal. Y al ser plantas más pequeñas y discretas, son ideales para introducirse en el mundo del autocultivo en un pequeño balcón o en un reducido armario.
También puedes probar con genéticas ‘Fast’, una versión más rápida resultado del cruce entre una feminizada fotodependiente y una autofloreciente. Estas genéticas reducen una o dos semanas la floración, lo que permite más ventajas para los cultivadores de exterior que viven en regiones del norte donde los veranos son cortos, ya que permiten cosechar antes y, de este modo, sortear las lluvias y el frío otoñal.
Luego puedes pasar a semillas feminizadas, sin duda las protagonistas del mercado cannábico actual. Y finalmente intentarlo incluso con semillas regulares (fotodependientes sin feminizar), para probar todas las experiencias de cultivo y descubrir cuál es la más placentera para ti.
Porque es necesario tener en cuenta que la dificultad equivale a más cuidados, lo que puede implicar un régimen de nutrientes más complejo, más requisitos de configuración de cultivo y prestar más atención a los factores ambientales. Controlar todos estos parámetros requiere tiempo, paciencia e investigación para dominarlos, especialmente si no tienes mucha experiencia.
Con el tiempo descubrirás que las mejores semillas de cannabis son las que mejor funcionan para ti: es importante seleccionar aquellas que se adapten a tus necesidades y satisfagan tus deseos. Y sobre todo que procedan de un banco como Seedstockers, donde ponemos gran empeño en garantizar la máxima calidad de cada una de las variedades que vendemos, trabajando siempre para anticiparnos a las tendencias y necesidades del mercado.
Así que aquí van tres variedades para principiantes muy fáciles de cultivar: son agradecidas, crecen fuertes, rinden mucho, pueden desarrollarse en muchos climas diferentes y tienen un margen de error indulgente, por lo que son perfectas para comenzar cualquier cultivo con garantías de éxito.
Sin duda, una genética legendaria que lleva décadas enamorando a los cultivadores. Y una de las variedades automáticas de mayor rendimiento dentro del catálogo de Seedstockers, ya que procede de la unión de la santísima trinidad de la familia Critical (Kritical Bilbo, Critical + y Critical Mass), añadiendo una Ruderalis para darle su carácter autofloreciente y conseguir un ciclo vital de solo 75 días desde la semilla a la cosecha.
Su sabor tiene un marcado toque a limón, que se combina con aroma a cítricos que le aportan una característica frescura. Y con un nivel de THC del 22% que provoca una psicoactividad elevada, de efecto alegre y potente a nivel cerebral, perfecta para relajarte profundamente o mejorar la calidad del sueño y prevenir el estrés.
Al ser una planta robusta y resistente a las plagas de la marihuana más comunes y el moho, es apta para todo tipo de cultivos, tanto exteriores como cultivo de interior para principiantes, ya que pueden soportar los cambios de temperatura y humedad. Obtendrás un planta ramificada, con cortas distancias internodales y forma de arbusto en la que destaca la punta principal, pero con gran producción también en ramas secundarias. En suma, una variedad fácil de cultivar, que crece sin complicaciones especiales y muy fiable en su concepción.
Otra variedad de vieja escuela, con sabor a cannabis de toda la vida, que hará las delicias de los recién llegados al mundo del autocultivo. La familia Skunk constituye un híbrido histórico que supuso una revolución al unir lo mejor de los mundos indica y sativa para ofrecer a los cultivadores una gran estabilidad. Su estatura controlada, su potencia y el hecho de que madurara temprano es una combinación ganadora.
Esta versión autofloreciente combina las mejores cualidades de Skunk #1 y una clásica Afghani, pero estando lista en sólo 11 semanas con una alta concentración de cogollos resinosos de intenso hedor, con un perfil de sabor muy suave que se caracteriza por ser dulce y terroso, con notas especiadas.
Posee unos niveles de THC del 22% que le otorgan un potente poder psicoactivo, con un colocón corporal fuerte que es tan estimulante como relajante, con efectos que se pueden adaptar a cualquier momento del día y a cualquier entorno. Esto la convierte en una opción popular para los usuarios medicinales que buscan un alivio para la ansiedad o el insomnio.
Cualquier tipo de cultivador, sin importar su experiencia, sabrá apreciar la facilidad de crecimiento y la previsibilidad de una genética altamente estable, marcada por su uniformidad y consistencia.
Blackberry Gum Auto es una variedad auto con uno de los aromas más intensos y dulces del catálogo de Seedstockers. Sin duda otra genética imprescindible si quieres triunfar en tu primer cultivo; y muy apreciada por sus voluminosas flores y coloridas hojas, a menudo en tonalidades moradas o púrpuras, lo que le confiere un aspecto muy atractivo.
Su origen genético se deriva de un cruce de Bubble Gum x Blueberry (la ya conocida Blackberry Gum) con una Ruderalis, con un ciclo completo de 75 días desde la germinación hasta la cosecha. Y con un 22% de THC que provoca un efecto positivo muy relajante, ideal para luchar contra la ansiedad.
Su increíble sabor recuerda al algodón de azúcar y te teletransporta a tu infancia en una sola calada. Todo acompañado de un aroma frutal a arándanos, con toques terrosos y un humo denso que deleita al paladar.
Las semillas de Blackberry Gum Auto desarrollan plantas de porte arbustivo y talla baja, muy productivas, resinosas y de crecimiento rápido, aptas para cultivos exteriores e interiores. Y cuya facilidad hace que tanto los neófitos en la materia como los expertos más consagrados puedan sacar el máximo partido de esta gran genética sin apenas esfuerzos.