Cuando un cultivador planea comprar semillas de cannabis, normalmente su elección se basa en tres categorías básicas: semillas regulares, feminizadas y autoflorecientes. Cada uno de estos tipos de semillas producen plantas que tienen sus propias diferencias en términos de cultivo, tamaño o rendimiento; y algunas son más populares que otras en función de las circunstancias particulares de cada plantación.
Por eso es necesario familiarizarse con las características de cada tipo de semillas para determinar cuál es mejor para ti. Aquí veremos las diferencias para ayudarte a tomar la decisión correcta.
Las semillas de cannabis regulares son semillas que no están optimizadas por la ingeniería genética para hacer que cualquier parte del ciclo vital de la planta funcione de manera diferente a como lo haría en la naturaleza.
Las plantas de cannabis por su polinización natural producen semillas que dan plantas masculinas o femeninas. Y las semillas regulares tienen aproximadamente la misma probabilidad (entre un 50% y un 60%, aunque esta cifra es una media) de producir una planta femenina que una planta masculina.
Si estás buscando machos para programas de reproducción, puedes elegir aislar rápidamente a los machos en un cultivo completamente diferente; pero si tu única intención es producir flores, entonces las plantas macho no son deseables y deben descartarse.
Si se permite que los machos florezcan junto a las plantas hembra, las polinizarán, lo que hará que las hembras conviertan su energía en la producción de semillas en lugar de en la producción de flores y tricomas, lo que se traduce en una potencia mucho menor. Sin mencionar que las semillas no son muy agradables de fumar y puede ser un fastidio sacarlas a la hora de consumir tu hierba.
Como se da a entender, las semillas feminizadas (también conocidas como fotoperiódicas) están destinadas a eliminar por completo la posibilidad de producir plantas masculinas, dando como resultado plantas que genéticamente son todas hembras. Esto significa que los cultivadores ya no tienen que descartar los machos.
En la mayoría de las variedades, el sexo no es identificable hasta la etapa vegetativa previa a la floración. Por eso las semillas feminizadas son tan populares, ya que ahorran tiempo y recursos que normalmente se gastan mientras crecen plantas macho potencialmente no deseadas. Esto también ayuda a prevenir la polinización accidental de flores.
En su mayor parte, cuando miras un catálogo de semillas y ves una categoría feminizada, estás viendo semillas feminizadas fotoperiódicas. Esto significa que, al igual que las semillas regulares, dependen de los cambios en el ciclo de luz para comenzar a florecer.
Las semillas no fotoperiódicas también están disponibles en versiones feminizadas.
Las semillas autoflorecientes son las más fáciles de usar y obviamente las más populares entre los cultivadores principiantes, ya sea exterior o cultivo de interior para principiantes, debido a que las plantas no son fotoperiódicas y no requieren el mismo nivel de complejidad en su cuidado. Si bien existen genéticas autoflorecientes no feminizadas, la gran mayoría de las semillas autoflorecientes, y las que encontrarás en los catálogos comerciales, son feminizadas además de no ser fotoperiódicas.
Las semillas autoflorecientes son una creación innovadora que surge de la combinación de la genética Ruderalis con híbridos índica y sativa modernos. La genética Ruderalis es a menudo conocida como “ditch weed” (una hierba que crece en los márgenes de las carreteras) y proviene de regiones de Rusia y Alaska en las que el cannabis se adaptó al clima frío y a diferentes duraciones del día y la noche, con recursos mínimos disponibles.
Como resultado, esta mala hierba es increíblemente resistente y no fotoperiódica, lo que significa que florece después de unas 4 o 5 semanas de crecimiento vegetativo, independientemente de la cantidad de luz que reciba. Al cruzar la Ruderalis con genéticas de cannabis modernas y galardonadas, terminamos con una genética altamente potente, fácil de cultivar y confiable que no depende de los desencadenantes del fotoperíodo.
Las primeras semillas de este tipo se popularizaron en la década de 2000 y, en general, las plantas no estaban a la altura en términos de aroma, potencia y rendimiento. Desde entonces, han experimentado muchas mejoras y, ahora, las autoflorecientes pueden perfectamente competir en calidad con sus contrapartes feminizadas o regulares.
El cultivo de semillas feminizadas garantiza que solo haya plantas hembras, eliminando el trabajo innecesario de mantenimiento de plantas masculinas que eventualmente podrían desecharse. Esto asegura un mayor rendimiento, ya que el espacio de cultivo disponible se utiliza de la manera más productiva. Además, existe uniformidad en los ejemplares incluso cuando la producción se realiza a gran escala.
Las plantas de marihuana regulares y feminizadas necesitan ciclos específicos de iluminación para pasar de la etapa vegetativa a la etapa de floración. En la naturaleza, el cannabis comienza a florecer cuando los días se hacen más cortos, a partir del solsticio de verano. Por tanto, en interior, las feminizadas necesitan cambiar el ciclo lumínico a 12/12 (horas de luz y oscuridad) para empezar a desarrollar los cogollos.
Las semillas autoflorecientes eliminan estos requisitos, ya que comienzan a florecer independientemente de las horas de luz recibidas, entre 4 y 5 semanas después de la germinación, por lo que su ciclo de vida total se reduce a unas 9 a 12 semanas, que en realidad es aproximadamente la misma cantidad de tiempo que las variedades fotoperiódicas requieren solo para florecer.
También existen diferencias si cultivas en interior o en exterior.
Las plantas de exterior feminizadas (fotoperiódicas) se rigen por el fotoperíodo del sol y se restringen a una cosecha por año, salvo que se cree una privación de luz artificial. Se suelen plantar entre marzo y junio y se recolectan entre finales de septiembre y noviembre.
Con las autoflorecientes el calendario es más flexible: dado que no dependen del fotoperiodo para florecer, podrás hacer varias cosechas en un mismo lugar a lo largo de marzo-octubre (incluso más, si vives en latitudes meridionales).
En interior también se pueden programar plantas feminizadas. Siempre que tus plantas reciban 18 horas de luz cada día, seguirán vegetando y nunca florecerán. Esto se puede aprovechar en cultivos de estilo SCROG y otros métodos de cultivo.
Por otro lado, las genéticas autoflorecientes tienen la ventaja de poder vegetar y florecer múltiples plantas de diferentes edades en una misma zona de cultivo. Esto significa que no tienes que mantener más de una habitación con diferentes ciclos de luz para un ciclo de cultivo continuo.
Originalmente, las autoflorecientes provienen de la planta Ruderalis, un tipo de hierba poco espectacular en cuanto a potencia que produce un rendimiento muy reducido. Por esta razón, muchos cultivadores consideran que las autoflorecientes son menos potentes que las feminizadas.
Hoy en día, la genética autofloreciente se ha desarrollado a través de rigurosos programas de cultivo. Como resultado, produce plantas potentes y de alto rendimiento que pueden competir con la genética fotoperiódica moderna que puedes encontrar por todas partes. De hecho, existen incluso genéticas autoflorecientes con la capacidad de eclipsar a ciertas genéticas fotoperiódicas clásicas.
Si todavía no tienes claro qué tipo de semilla elegir, a continuación vamos a intentar despejarte las dudas explicando las principales ventajas y desventajas entre feminizadas y autoflorecientes.
Como hemos comentado, las plantas de cannabis autoflorecientes crecen rápidamente y florecen mucho más rápido que las fotoperiódicas, permitiéndote hacer más cosechas en una misma temporada. Pero no es la única ventaja:
A continuación, también analizamos las ventajas e inconvenientes de las variedades feminizadas:
Nuestro equipo de ‘breeders’ ha puesto toda su experiencia en crear genéticas autoflorecientes de gran calidad y con rasgos realmente especiales. Es por ello que estamos muy satisfechos con nuestro catálogo de semillas autoflorecientes, que cuenta con auténticas joyas como:
De la misma forma, el catálogo de Seedstockers también está lleno de opciones en cuanto a semillas feminizadas, destacando tanto genéticas clásicas de vieja escuela, como una amplia gama de variedades ‘made in USA’ que nos traen lo mejor del mercado norteamericano actual. Como pueden ser: